Este fruto, que está presente en nuestra historia desde hace más de 7,000 años, fue considerado un regalo para los incas. Conoce su historia y propiedades curativas en este artículo.

Según Martha Hildebrandt, su nombre deriva del quechua pakay o paqay ‘esconder’, estas variantes designan en el castellano del Perú y Bolivia a un árbol mediano de la familia de las mimosáceas cuyos frutos tienen forma de vaina larga de color verdoso y son apreciados por una membrana blanca, esponjosa y dulce que rodea sus semillas. Según el Diccionario de gastronomía tradicional peruana de Sergio Zapata (2009), esta planta se cultivaba ancestralmente por los nativos americanos. En otras partes del continente, al pacay o pacae se le denomina guaba; su nombre científico es Inga feuillei.

Las semillas deben cocinarse para luego molerse.

“Es fruta más de golosina que de sustento; porque aunque se coma un hombre una canasta de pacaes, no se satisface ni le causa hastío”. Así describía el cronista Bernabé Cobo, a mediados del siglo XVI, esta fruta. El pacae es una leguminosa que ha estado presente en el Perú desde hace miles de años. Se caracteriza por ser una vaina con un fruto dulce. En el siglo XVII se solía comparar su pulpa blanca y suave con el algodón.

El Dr. Elmo León, del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, explica que su consumo fue importante en la época prehispánica y durante la Conquista.

Uno de los hallazgos que demuestran su presencia en el Perú antiguo son los restos del fruto en unos molares encontrados en el valle de Zaña (Lambayeque). Datan del periodo entre 7,142 a.C. y 5,802 a.C. Como es frecuente, las culturas antiguas representaron sus alimentos en la alfarería. Este es el caso de los Mochica y Chimú, que simulan al pacae en vasijas y botellas.

Francisco Pizarro halló pacaes en la bahía de San Mateo (Trujillo) durante la expedición al Perú en 1531. El cronista Pedro Pizarro contó que el inca Atahualpa envió de regalo al fundador de Lima una canasta con esta fruta. También se ha descubierto que se cultivaba en nuestra capital para usar su leña. El pacae ha estado presente en la historia de nuestro país. Un fruto considerado regalo y manjar para los incas y españoles que hoy podemos disfrutar en nuestras mesas.

El consumo del pacay aporta numerosos beneficios:

Hoy en día esta fruta es valorada no solo por sus numerosos nutrientes sino por sus propiedades medicinales pues es antiinflamatoria, antiséptico y cicatrizante.

Bajo en calorías:

Es un fruto de bajo poder calórico. Aporta pocos hidratos de carbonos, grasas y proteínas. Es muy recomendable para las dietas para perder peso. La pulpa es también muy saciante por lo que consumir solo un poco puede regular el apetito. Esta fruta tiene un sabor similar al helado de vainilla. Se emplea como saborizante en diversos postres permitiendo que estos sean bajos en calorías y en grasas.

Controla la caída del cabello:

Puede llegar a prevenir la caída del cabello. Para lograrlo debes moler 15 semillas y se dejan hervir en agua durante 20 minutos. Luego, se deja enfriar para aplicarlo en la cabeza. Este tratamiento se repite cada 15 días.

Digestivo:

El tallo del pacay es muy famoso por sus propiedades curativas. Se emplea en polvo, infusión, extracto, maceración o tintura para regularizar el proceso digestión. La semilla o el tallo del pacay pueden aliviar la disentería. Se deben de consumir luego de haber sido cocinados.

Para el reumatismo:

La corteza y las semillas se emplean para prevenir el reumatismo. Tienen propiedades anti-inflamatorias que ayudan al mantenimiento de los huesos.

Controla los radicales libres:

La semilla es rica en antioxidantes. Controla los radicales libres y los elimina, facilitando la prevención de enfermedades crónicas.

Aliviar los nervios:

Las hojas del pacay en infusión o cocidas alivian los nervios. También alivian los dolores de cabeza. El consumo regular previene y cura los dolores de cabeza.

Incrementa la inmunidad:

Debido a su contenido de antioxidantes puede incrementar la inmunidad.

Previene el cáncer:

El contenido de antioxidantes puede prevenir el cáncer. Contienen ácido gálico, quercetina, flavonol y epicatequina, sustancias que previenen el cáncer y son antiinflamatorias.

Reduce el colesterol:

Es recomendable para las personas que padecen de altos niveles de colesterol o que consumen grasas saturadas en la dieta.

Rico en fibras:

Contienen fibras solubles e insolubles. De esta forma facilita la digestión por lo que es recomendable para las personas que tienen problemas de colon irritable.

Fuente de micronutrientes:

Las semillas son una gran fuente de micronutrientes tales como minerales, magnesio, selenio y zinc. Cuenta con antioxidantes. Se recomienda rallarla y añadirla a algunas comidas y postres.

Otros beneficios son: ·   

  • Alivia casos de flebitis
  • Alivia afecciones bronquiales.
  • Equilibra el azúcar en la sangre.
  • Combate la desnutrición.
  • Controla la hipertensión arterial.
  • Incrementa la potencia sexual.

¿Cómo se prepara el pacay?

Existen muchas formas de preparar el pacay y todo dependerá si deseas aprovechar la corteza, la semilla o la pulpa. Las semillas y la corteza se cocina y tuestan y luego se muelen. Las semillas deben estar suaves, por lo que puedes cocinarlas por una hora. La pulpa de pacay se puede consumir de diversas formas, en postres o en su estado natural, el más recomendable. Se puede licuar con crema de leche y azúcar ara preparar helados, gelatinas y flanes. Para preparar las semillas necesitas una libra de semillas de pacay y 1 litro de agua. Deja a calentar el agua y cuando empiece a hervir se agregan las semillas. El agua debe cubrirlas por completo, si esto no acurre puedes añadir más agua. Agrega sal al gusto.

Contraindicaciones:

No tiene contraindicaciones conocidas, es un fruto recomendado para todos.

Datos:

  • Existen evidencias arqueológicas del consumo de pacae en las culturas Caral, Chimú, Moche, Lima, Wari e Inca.
  • También se le conoce como pacay, guabo, guamo o inga.
  • El árbol crece hasta los 15 metros de altura, su tronco es bajo y ramificado casi desde la base. La vaina es dura, puede alcanzar de 3 a 5 cm de largo y ser de colores desde el amarillo oscuro hasta el verde. Su pulpa es de color blanco, textura suave y dulce. Tiene alto contenido de agua. Y la semilla es lisa, dura y de color negro.
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